martes, febrero 28, 2006

UN CUENTO DEL TIEMPO DE MARIA MANUELA (Por Pancho)
Hablar de los tiempos de Maria Manuela hoy en Villar es como hablar de los tiempos de Maria Castaña. Yo no la conocí así que hablo de oidas. Bien, Maria Manuela vivia debajo del corredor de la casa que hay enfrente de la iglesia, entre el bar de Rosario y la huerta. En un cuarto de tablas. Cuando hacia buen tiempo se dedicaba a ir por los pueblos mendigando y cuando "ya tiña unhos cuantos mendrugos de pan, unhas cazoladas de fabas e garbandos e unha enseña de unto, no fondo do farraco", volvia debajo de su corredor hasta que se le acababan (las patatas y las berzas para el caldo se las daban en el pueblo). Cada mañana en cuanto veia humo en casa de mi abuela o en casa do tiu Domingo de Prado, se presentaba con una "galocha" vieja a pedir unas pocas de brasas "pra cender o lume" y de paso preguntaba si sobraran "cachos de oite, ou unha cazolada de leite, ainda que fose acedo". Cuando se murio, sus escasas pertenencias se subastaron para pagar la caja y los gastos. No se las que eran solo recuerdo oirle a mi padre que tenia " mutas caxas de mistos", y siempre andaba con "lume prestado"y un arcazo. La del cuento no se si era ella o es de su época, dice así: --"Taba Maria Manuela tomando-lo sol no Meiral e oiu tocar as campas, pasou por eilí un nino e preguntoulle: -Ay, ninin, a que tocan? -A misa -Vaya, buena disgracia teño, nun oigo nada, dime, galan, dime, a que dices que tocan? -A misa. -Ay vaya por Dios, nun entendo o que me dices, que disgracia mas grande. A que dices que tocan? -A joder. -Pois dame eses cayados que vou ir a ver. Moraleja: no hay peor sordo que el que no quiere oir. O como decimos en Villar "solo escutias o que che interesa". Salud para todos.

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